Las enfermedades periimplantarias, incluidas la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, son complicaciones frecuentes que se producen alrededor de los implantes dentales. La detección precoz de las enfermedades periimplantarias y su tratamiento oportuno son de vital importancia para el éxito a largo plazo del tratamiento con implantes dentales.
Tras la finalización del tratamiento con implantes deben realizarse radiografías intraorales y sondajes periimplantarios para establecer una línea de base. En exámenes posteriores, si se observan signos clínicos de inflamación o profundización de la profundidad de sondaje, debe realizarse una radiografía para evaluar los niveles óseos periimplantarios y confirmar el diagnóstico.
Los implantólogos deben realizar sondajes periimplantarios para controlar las condiciones periimplantarias en cada visita de seguimiento con el fin de detectar cambios en las condiciones de salud en una fase temprana. La identificación y el tratamiento de la mucositis periimplantaria son fundamentales para la prevención primaria de la periimplantitis. La detección precoz de la enfermedad periimplantaria favorece un enfoque de tratamiento no quirúrgico más conservador, mientras que la periimplantitis diagnosticada con una pérdida ósea más avanzada suele requerir una intervención quirúrgica.
Se recomienda un cuidado periimplantario de apoyo regular (SPIC) para todos los pacientes con implantes dentales. Se trata de un enfoque integral que abarca diversos aspectos, como el seguimiento de la salud de los tejidos periimplantarios/periodontales, la reducción o modificación de los factores de riesgo, el refuerzo de las prácticas de higiene oral individualizadas y la remoción mecánica profesional de la placa. SPIC también implica una evaluación del riesgo para determinar el intervalo de seguimiento adecuado para cada paciente. Mediante la aplicación del SPIC, los clínicos pueden reducir de forma proactiva el riesgo de complicaciones, gestionar las enfermedades periimplantarias y garantizar el éxito a largo plazo del tratamiento con implantes dentales. Los clínicos y los pacientes deben estar bien informados de su papel en el establecimiento de un programa preventivo.