La descontaminación de la superficie del implante desempeña un papel fundamental en el tratamiento de las enfermedades periimplantarias. Se han propuesto varias técnicas para la descontaminación de la superficie, como el láser dental. Para lograr resultados óptimos, es importante diferenciar entre la aplicación de láser adyuvante y alternativo en los fijados recomendados para el desbridamiento sulcular y la desinfección de la superficie del implante. Este artículo presenta una revisión bibliográfica exhaustiva de los conocimientos actuales sobre los tratamientos asistidos por láser para el tratamiento no quirúrgico y quirúrgico de la periimplantitis. Además, se ofrece un diagrama de flujo del tratamiento en el que se describen las características y ventajas de los láseres analizados. Sobre la base de la evidencia actual, los láseres Er:YAG y Er,Cr:YSGG emergen como las composiciones más prometedoras para el tratamiento de la periimplantitis. Sin embargo, se necesitan más investigaciones y estudios clínicos para establecer protocolos estandarizados y optimizar el uso del tratamiento con láser en el tratamiento eficaz de la periimplantitis.
La periimplantitis es una complicación biológica que afecta a los implantes dentales. Se caracteriza por una reacción inflamatoria inespecífica inducida por una biopelícula bacteriana que afecta tanto a los tejidos blandos como a los duros, provocando una pérdida ósea periimplantaria progresiva y la formación de una bolsa e inflamación en los tejidos periimplantarios (Schwarz et al. 2018). A medida que los implantes dentales continúan ganando popularidad, la periimplantitis plantea un desafío significativo para prevenir y abordar las complicaciones asociadas. La mucositis periimplantaria se considera una afección prevalente, y el riesgo de desarrollar periimplantitis puede verse influido por diversos factores relacionados tanto con el paciente como con el implante (Derks et al. 2016). Según una revisión sistemática y metaanálisis (Díaz et al. 2022), la prevalencia de periimplantitis fue del 19,53% (IC 95%: 12,87-26,19) a nivel del paciente y del 12,53% (IC 95%: 11,67-13,39) a nivel del implante. Sin embargo, la variabilidad de la prevalencia puede depender de distintos factores, como el periodo de seguimiento, la definición de la enfermedad y los factores de riesgo individuales.
Abordar la periimplantitis plantea retos tanto en el tratamiento no quirúrgico como en el quirúrgico. El objetivo principal del tratamiento de la periimplantitis debe ser la eliminación completa del biofilm que se acumula en las intrincadas superficies de los implantes dentales. Este abordaje puede resolver eficazmente la inflamación de los tejidos blandos circundantes y detener la progresión de la pérdida ósea. Existen varias técnicas para descontaminar las superficies de los implantes, cada una capaz de alterar las características químicas y físicas de la superficie del implante. Estos métodos incluyen abordajes de desbridamiento mecánico, estrategias químicas, arenadas a base de energía, implantoplastia, fototerapia o estrategias asistidas por láser (Figuero et al. 2014; Monje et al. 2022; Parma-Benfenati et al. 2013). Recientemente, la guía de práctica clínica de nivel S3 de la EFP desaconseja el uso del pulido con aire o del láser Er:YAG para la descontaminación de la superficie del implante durante la cirugía de periimplantitis. En su lugar, se pueden considerar los cepillos de titanio como alternativa o complemento. No se observan pruebas suficientes para recomendar la implantoplastia, y la calidad general de las pruebas es baja, lo que indica la necesidad de seguir investigando en este ámbito (Herrera et al. 2023).
Aunque la evidencia actual sugiere que no existen tratamientos disponibles que puedan resolver completamente la periimplantitis establecida, el láser puede jugar un papel importante en su tratamiento debido a sus múltiples efectos sobre los tejidos. Estos efectos se producen en función de la potencia emitida por el láser. Si es de alta potencia, se aplicarán el llamado tratamiento con láser de alto nivel (HLLT), la ablación o vaporización, la hemostasia, la inhibición microbiana y la destrucción, junto con la generación de calor. Por el contrario, si la potencia es inferior a 670mW/cm2, lo que se conoce como tratamiento con láser de bajo nivel (LLLT), los efectos biológicos como la fotomodulación o la fotobioestimulación (PBM) toman el relevo (Asnaashari & Safavi 2013; Mizutani et al. 2016). El impacto podría derivarse potencialmente de reacciones fotoquímicas que tienen lugar en el interior de las células en lugar de fenómenos térmicos. No obstante, el mecanismo exacto del PBM sigue siendo ambiguo. La LLLT también puede aparecer simultáneamente con la HLLT al penetrar o dispersarse la energía en los tejidos circundantes. Además, el tratamiento con láser también puede ayudar a aliviar el estrés físico y mental del paciente y reducir el dolor durante y después de la cirugía (Aoki et al. 2015).
Existen varios tipos de láser con diferentes longitudes de onda para abordar la periimplantitis. Si se clasifican los láseres en función de los materiales de origen, los tipos comunes utilizados en odontología son el láser de granate de itrio-aluminio dopado con erbio (Er:YAG), el láser de granate de itrio-scandio-galio dopado con erbio y cromo (Er,Cr:YSGG), los láseres de diodo, los láseres de dióxido de carbono (CO2) y los láseres de granate de itrio-aluminio dopado con neodimio (Nd:YAG). Si se clasifican los láseres dentales en función de la longitud de onda, la mayoría de ellos se dividen en dos categorías: una es el láser de infrarrojo cercano (NIR), 700 nm - 1400 nm, que incluye el láser de diodo y el láser Nd:YAG; la otra es el láser de infrarrojo lejano (FIR), que incluye el láser Er,Cr:YSGG (2780 nm), Er:YAG (2940 nm) y CO2(10600 nm). Lo ideal es que las longitudes de onda del láser utilizadas para descontaminar las superficies de los implantes tengan una fuerte absorción en agua, lo que les permitiría vaporizar eficazmente cualquier biofilm acuoso y tejido de granulación inflamatorio. Entre estos láseres, el de erbio (Er:YAG y Er,Cr:YSGG) presenta el mayor coeficiente de absorción de agua (Aoki et al. 2004, Aoki et al. 2015). Por otro lado, si se prevé el beneficio de la LLLT, se sugiere la incorporación de la irradiación NIR con longitudes de onda monocromáticas o de banda estrecha (Pires et al. 2011).
Cabe destacar que se ha descubierto que el láser Nd:YAG causa comúnmente una fusión extensa en las superficies de titanio (Ti), independientemente de los tratamientos superficiales, y generalmente se considera contraindicado para su uso en superficies de implantes de Ti (Kreisler et al. 2002; Romanos et al. 2000). Sin embargo, algunos investigadores han utilizado con precaución el láser Nd:YAG alrededor del implante por sus beneficios de descontaminación tisular profunda, reducción de la carga microbiana y fotobiomodulación, sin contacto directo con la superficie del implante. En los casos en los que se empleó el láser Nd:YAG, la descontaminación de la superficie del implante se realizó utilizando un instrumento ultrasónico con clorhexidina (CHX) diluida (Strauss et al. 2021) o láser Er:YAG ((Fragkioudakis et al. 2023) en combinación.
Fundamentalmente, los estudios han sugerido que el láser de Erbio es eficaz en la remoción del sarro del cemento (Aoki et al. 2000) y también un abordaje más favorable para eliminar los depósitos calcificados en la superficie microestructurada de los implantes de Ti. Además, causa menos daño o daño térmico en comparación con las técnicas de desbridamiento mecánico y otros tipos de láser (Kreisler et al. 2002; Matsuyama et al. 2003; Schwarz, Rothamel et al. 2003; Strever et al. 2017; Takagi et al. 2018). No obstante, la mayoría de los estudios han mostrado beneficios limitados asociados a la aplicación adjunta de láser de diodo o TFD en el tratamiento de la periimplantitis (Aimetti et al. 2019; Albaker et al. 2018; Papadopoulos et al. 2015; Roccuzzo et al. 2022; Tenore et al. 2020). Es esencial operar los láseres con el fijado recomendado por el fabricante para el desbridamiento sulcular y la desinfección de implantes. Debe tenerse en cuenta que el uso de diferentes parámetros, como la potencia, la duración del pulso y la frecuencia de repetición, puede dar lugar a resultados variables. La salida de energía óptima varía entre los fabricantes debido a que cada uno tiene un perfil de energía único, que se deriva de las diferencias intrínsecas en sus sistemas de entrega de láser (Takagi et al. 2018). Las características y ventajas generales de los láseres se resumen en la Tabla 1.