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Resumen

En las últimas décadas, la estética dental ha ido cobrando importancia entre pacientes y clínicos. Las restauraciones con implantes en la zona estética siguen siendo uno de los procedimientos de restauración más desafiantes en odontología. Se han propuesto parámetros objetivos para la evaluación estética de los clínicos. Las herramientas de evaluación específicas, como la valoración estética rosa, la valoración estética blanca y la valoración estética de la corona del implante, han ido ganando importancia en los estudios clínicos. En consecuencia, la calidad de la investigación ha mejorado notablemente ya que estos parámetros permiten tanto a los clínicos como a los investigadores asegurar la replicabilidad y validez de la investigación clínica evaluada. Estas puntuaciones son ampliamente utilizadas para la evaluación de restauraciones únicas, sin embargo, con la presencia de múltiples restauraciones contralaterales o casos de espacios edéntulos extendidos, se necesitan herramientas más precisas para brindar una mejor evaluación. El presente artículo presenta una revisión que proporciona una visión general y recomendaciones de uso que reflejan el estado actual de la evaluación del resultado estético de las restauraciones de implantes.

Introducción

Hoy en día, la estética dental está cobrando cada vez más importante entre los pacientes y los clínicos, ya que las redes sociales, la sensibilidad, los hábitos y la cultura actuales ejercen una fuerte influencia en la percepción de la apariencia dental (Josefsson et al. 2010). En esencia, la apariencia dental y especialmente los dientes anteriores pueden desempeñar un papel importante en la creación de una primera impresión positiva entre las personas. Además, la estética orofacial puede asociarse subjetivamente con el nivel de intelecto, competencia social, ajuste psicosocial y capacidad relacional (Duvernay et al. 2014, Kershaw et al. 2008, Montero et al. 2014). Considerando la importancia del aspecto dental, la pérdida de dientes tiene un impacto definitivo en la satisfacción de los pacientes con su dentición; se ha reportado que a mayor número de dientes perdidos, menor es el nivel de satisfacción con la dentición y la vida diaria (Al-Omiri et al. 2009).

En las últimas dos décadas, los implantes se han convertido en una opción de tratamiento restaurador predecible y segura (Chrcanovic et al. 2018) y, en casos de pérdida de un solo diente, preferible a las prótesis fijas convencionales desde el punto de vista económico (Brägger et al. 2005). Las restauraciones con implantes en la zona estética son uno de los procedimientos restauradores más desafiantes en la medicina dental, ya que en muchos casos se requieren procedimientos de aumento de hueso y tejido blando, y la consiguiente fase provisional (Belser et al. 2004, Furze et al. 2019). En cuanto a las características individuales de los pacientes, en la última década tanto en la investigación como en la práctica clínica de la implantología, los tratamientos han tendido a basarse en el concepto de medicina dental centrada en el paciente.

Este concepto tiene como objetivo colocar a la persona y su bienestar social en el centro de la toma de decisiones clínicas para comprender los factores personales que intervienen fuera del entorno clínico, incluido el comportamiento individual, el contexto social y el estilo de vida para ofrecer el mejor tratamiento (Lee et al. 2018).

De acuerdo con este concepto y con el fin de analizar el resultado final de las expectativas de los clínicos y los pacientes, se han propuesto varios métodos para evaluar los resultados del tratamiento en odontología (Wittneben et al. 2018). En implantología, las demandas estéticas de los pacientes han aumentado, siendo necesaria una evaluación objetiva de los parámetros estéticos a alcanzar en el tratamiento con implantes (Cosyn et al. 2017).

Para la evaluación de los clínicos, se han propuesto parámetros objetivos como la presencia o ausencia de papila, el nivel del margen de la mucosa, los cambios bidimensionales y tridimensionales del tejido periimplantario y lo bien que se adapta la restauración a los dientes naturales contralaterales en términos de forma, color y textura (Cosyn et al. 2017).

Aunque varios estudios confirman la homogeneización de los parámetros de evaluación estética (Benic et al. 2012), en los últimos años han ido cobrando importancia en los estudios clínicos herramientas específicas de evaluación como la escala de estética rosa, la escala de estética blanca y la escala de estética de los implantes de coronas. En consecuencia, la calidad de la investigación ha mejorado notablemente ya que el uso de estos parámetros de forma universal permite tanto a los clínicos como a los investigadores asegurar la replicabilidad y validez de la investigación clínica evaluada (Fürhauser et al. 2005, Belser et al 2009. Tettamanti et al. 2016). Sin embargo, aunque estas puntuaciones son ampliamente utilizadas, tienen ciertas limitaciones ya que están indicadas para la evaluación de restauraciones únicas con presencia de dientes contralaterales. Por lo tanto, para restauraciones múltiples o casos de espacios edéntulos extendidos, se necesitan herramientas más precisas para una mejor evaluación de estas situaciones.

El objetivo de la presente publicación es proporcionar una descripción general y recomendaciones de uso que reflejen el estado actual de la evaluación del resultado estético de las restauraciones con implantes.