El aspecto del rostro juega un papel importante en la comunicación humana. Proporciona información básica como la edad, el sexo y la etnia, pero también crea prejuicios relacionados con las características sociales, académicas, profesionales y de otro tipo que constituyen la identidad de una persona. La importancia del aspecto facial en múltiples aspectos de la vida moderna ha cambiado el paradigma de los pacientes que buscan tratamientos de ortodoncia y quirúrgicos. En ortodoncia, desde el inicio de la profesión, los objetivos principales del tratamiento han sido la función oclusal y la estética dentofacial. Sin embargo, las evaluaciones faciales a menudo se basan en conceptos de armonía facial que no necesariamente representan datos normativos de la población y no siempre reflejan los estándares estéticos de la sociedad. Además, el tratamiento ortodóncico se ha asociado tradicionalmente a grupos de pacientes más jóvenes y, por lo tanto, los conceptos estéticos y los objetivos del tratamiento a menudo se desarrollan según la apariencia de las estructuras faciales a una edad más temprana.
En los últimos años ha aumentado el número de adultos que solicitan tratamiento de ortodoncia y, dado que la población de los países desarrollados está envejeciendo debido a los avances en medicina y tecnología, se espera que continúe aumentando la solicitud de tratamientos en los próximos años. Para cumplir con los requisitos estéticos de una población de pacientes de edad avanzada, los ortodoncistas deben familiarizarse con el aspecto facial a una edad avanzada y, en consecuencia, ajustar sus estrategias de tratamiento. Este artículo analiza los aspectos sociales y evolutivos más generales de la estética facial en relación con el tratamiento de ortodoncia y proporciona información sobre la comunidad odontológica y ortodóncica con respecto a los factores que pueden influir en el aspecto facial.