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Sep 27, 2023 // 16 min read

Tratamiento quirúrgico y no quirúrgico de la periimplantitis

Kristina Bertl

Andreas Stavropoulos

DOI: 10.3290/iti.fi.45715

diagnóstico tratamiento no quirúrgico cuidados periimplantarios de apoyo tratamiento quirúrgico periimplantitis

Resumen

La prevención y el tratamiento de la periimplantitis son un desafío y no existe un tratamiento gold standard que proporcione resultados positivos predecibles comparables a los obtenidos después del tratamiento de la periodontitis. Por lo tanto, una vez diagnosticada la periimplantitis, se recomienda seguir un método de tratamiento estricto, que incluya: 1) reducción de los factores de riesgo locales y sistémicos; 2) inicio rápido del tratamiento no quirúrgico; 3) evaluación precoz del tratamiento no quirúrgico y, 4) si no tiene éxito, una transición rápida a la fase de tratamiento quirúrgico, siempre que el paciente cumpla; 5) el tratamiento siempre debe ir seguido de un estricto cuidado periimplantario de apoyo con un intervalo individualizado, y 6) si es necesario, debe considerarse la corrección de las deficiencias de los tejidos blandos periimplantarios. En el presente artículo, este planteamiento se presenta junto con varios ejemplos clínicos, incluida una descripción general de los avances científicos.

Introducción

Los implantes dentales son una parte integral de la práctica clínica diaria moderna y, como tal, la prevalencia de periimplantitis también ha aumentado dramáticamente. La prevención y el tratamiento de la periimplantitis son un desafío y no existe un tratamiento gold standard que proporcione resultados positivos predecibles comparables a los obtenidos después del tratamiento de la periodontitis. Las tasas de prevalencia de dicha enfermedad varían mucho en la literatura, dependiendo de la población estudiada y de los criterios de diagnóstico aplicados para la definición de los casos (es decir, profundidad de la bolsa y umbrales de pérdida ósea), pero aproximadamente uno de cada cinco o cuatro pacientes se ve afectado por periimplantitis (Derks y Tomasi, 2015). Esta alta tasa de prevalencia, en combinación con el hecho de que la cantidad de implantes colocados aumenta anualmente (Klinge et al., 2018), significa que el número real de casos es muy grande y frecuente. Recientemente, la European Federation of Periodontology (EFP) elaboró unas guías de práctica clínica de nivel S3 para la prevención y el tratamiento de las enfermedades periimplantarias (Herrera et al., 2023), que se analizan y resumen en el presente documento.

Fig. 1: Implante posicionado nº 43 con diagnóstico de periimplantitis (a - d). Presenta signos clínicos de inflamación, profundidades de sondaje mayores y sangrado al sondaje (a - c); además, la radiografía muestra una pérdida ósea superior a la esperable debido a la remodelación ósea marginal (d)

Fig. 2: Aunque el plan de tratamiento primario consistía en mantener los implantes en las posiciones 24 y 25 (a - b), durante la intervención quirúrgica se hizo evidente que la explantación era una opción de tratamiento más favorable debido a la gran pérdida ósea periimplantaria en combinación con el mal posicionamiento de los implantes (c - d)

Fig. 3: Restauración de arcada completa en el maxilar superior con mucositis periimplantaria en los implantes de la derecha. El diseño de la prótesis no permitía a la paciente utilizar un cepillo interdental (a). La modificación de la prótesis (b - c) permitió a la paciente limpiar debajo del puente y alrededor de los implantes con mayor facilidad (d)

Fig. 4: Caso de paciente con periimplantitis en los implantes posicionados nº 25 y nº 26 (a - b) tratado mediante un abordaje no aumentativo. Se realizó una incisión paramarginal en palatino y una incisión sulcular en bucal (c) y tras la elevación del colgajo se reconoció una pérdida ósea principalmente horizontal con un pequeño pico óseo entre los implantes (d). Se realizó una implantoplastia y un recontorneado óseo (e), se afinó el colgajo palatino y tanto el colgajo vestibular como el palatino se posicionaron apicalmente y se suturaron (f). La intervención dio lugar a un resultado postoperatorio estable (g - i), aunque la paciente rechazó una intervención quirúrgica adicional para aumentar la anchura de la mucosa periimplantaria queratinizada y adherida (g)

Fig. 5: Caso de paciente con periimplantitis en el implante posicionado nº 36 (a) y una restauración protésica con un perfil de emergencia vestibular desfavorable (b) tratada mediante un abordaje reconstructivo. Tras la elevación del colgajo se reconoce un defecto de clase Ic (c - d). La descontaminación de la superficie del implante se realizó con un dispositivo de pulido por aire (e) y el defecto se trató únicamente con una membrana reabsorbible de larga duración (f - g). El procedimiento, incluida la modificación de la restauración protésica, dio lugar a un resultado postoperatorio estable (h) con una mejora significativa del nivel óseo crestal periimplantario (i)

Fig. 6: Caso de paciente con periimplantitis en los implantes posicionados nº 14 y nº 15 (a - b) tratados mediante un abordaje combinado. Tras la elevación del colgajo se reconoció un defecto de clase Ic en ambos implantes (c) y se realizó una implantoplastia en las dehiscencias óseas vestibulares (d). Los componentes verticales se injertaron con hueso autólogo (e) y los defectos se cubrieron con una membrana reabsorbible (f - g). El procedimiento dio lugar a un resultado postoperatorio estable (h) con una mejora significativa del nivel óseo crestal periimplantario, especialmente en el implante en posición nº 15 (i)

Fig. 7: Caso de paciente presentado en la Fig. 5 que muestra la necesidad de instrucciones de higiene oral antes de cualquier tratamiento (a - c), así como la necesidad de adaptar las medidas de higiene oral después del tratamiento quirúrgico, es decir, se requirió un cepillo interdental significativamente mayor en el postoperatorio (d)

Fig. 8: Caso de paciente con periimplantitis en el implante en posición nº 15 (probablemente iniciada por un resto de cemento en la cara distal) y mucositis periimplantaria en el implante en posición nº 16 (a - b) tratada mediante un abordaje no aumentativo combinado con un injerto gingival libre debido a la falta de mucosa periimplantaria queratinizada y adherida, especialmente en el implante en posición nº 15 (c). Se combinó una pequeña elevación del colgajo que permitió el acceso para la descontaminación de la superficie (d) con un colgajo posicionado apicalmente (e) y la colocación de un injerto gingival libre (f - g). El procedimiento dio lugar a un resultado postoperatorio estable con un aumento significativo de la anchura de la mucosa periimplantaria queratinizada y adherida (h - i)

Fig. 9: Caso de paciente con periimplantitis en el implante en posición nº 45 (a) tratada con éxito con un abordaje reconstructivo (b), pero que seguía sangrando al sondaje en la cara vestibular con una pequeña cantidad de mucosa periimplantaria queratinizada y adherida (c). Se realizó un colgajo posicionado apicalmente (d) y la colocación de un injerto gingival libre (e-f); al retirar la sutura se observó un injerto de tejido blando bien integrado (g). El procedimiento dio lugar a un resultado postoperatorio estable con un aumento significativo de la anchura de la mucosa periimplantaria queratinizada y adherida (h - i)