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Preámbulo

La implantología basada en la evidencia (EBID) forma parte del ADN del ITI y de su filosofía, y se refleja claramente en nuestras declaraciones de Propósito, Misión y Valores. Es uno de nuestros elementos diferenciadores clave y garantiza a los dentistas y, en última instancia, a los pacientes que nos esforzamos por alcanzar la excelencia en todo lo que hacemos.

El objetivo de este documento de posición es definir la EBID y ofrecer un instrumento claro, coherente y práctico que ayude a su aplicación en la práctica clínica diaria.

Bases para una definición de implantología basada en la evidencia

Basándose en la terminología común desarrollada para la medicina a finales de los 80 y principios de los 90, David Sackett y sus colegas describieron la medicina basada en la evidencia como el "uso escrupuloso, explícito y juicioso de la mejor evidencia actual a la hora de tomar decisiones sobre el cuidado de pacientes individuales" (Sackett 1989). La práctica de la medicina basada en la evidencia requiere la integración de la experiencia clínica individual con la mejor evidencia clínica externa disponible procedente de la investigación, y siempre teniendo en cuenta al paciente individual.

Del mismo modo, la definición adoptada por la Asamblea General de la Federación Dental Internacional (FDI) en 2016 (FDI World Dental Federation 2017) describe la odontología basada en la evidencia como compuesta por tres elementos básicos - (i) evaluaciones sistemáticas de la evidencia científica clínicamente relevante relacionada con la condición oral y médica del paciente y su historial, (ii) la experiencia clínica del dentista, y (iii) las preferencias y expectativas individuales del paciente.

En 1979 se describió una jerarquía de niveles de evidencia para desarrollar recomendaciones clínicas basadas en la literatura médica (Burns et al. 2011). Estos niveles han evolucionado desde entonces para ayudar a la evaluación e interpretación de la literatura para ayudar a la toma de decisiones clínicas. Se anima a los médicos a buscar el nivel más alto de evidencia para responder a sus preguntas, pero también a ser críticos en su evaluación de la evidencia que encuentran, sobre todo cuando la evidencia es limitada o escasa (Atkins et al. 2004). También se han desarrollado enfoques para ayudar a traducir las pruebas en recomendaciones útiles, específicas y aplicables. Grading of Recommendations, Assessment, Development, and Evaluations (GRADE) (Guyatt et al. 2008) es un ejemplo de este tipo de enfoque para un único sistema de consenso desarrollado por un grupo de colaboración internacional.