Con la llegada del diseño asistido por ordenador y la tecnología de fabricación asistida por ordenador, la impresión 3D se ha abierto camino en la entrega de asistencia sanitaria. Desde guías quirúrgicas específicas para cada paciente hasta modelos anatómicos impresos en 3D, la impresión 3D ha dotado a los médicos de una mayor precisión en el tratamiento de enfermedades. La tecnología de bioimpresión en 3D representa otro avance en la ingeniería de tejidos cuyo objetivo es diseñar construcciones a partir de biotintas celulares biológicamente activas. En el campo de la odontología craneomaxilofacial y de implantología, los constructos bioimpresos en 3D pueden resultar prometedores para la regeneración de defectos orofaciales y superar las limitaciones de las actuales estrategias de tratamiento. Este artículo ofrece una visión general de los conceptos de impresión 3D/bioimpresión en cirugía craneomaxilofacial e implantología. También se discutirán los conceptos actuales y sus posibles usos en estos campos, junto con las perspectivas de futuro.
La impresión tridimensional (3D) ha revolucionado la medicina y la odontología desde que Chuck Hull inventó la estereolitografía (SLA) en 1983. Los avances en la tecnología de impresión 3D y la reducción de los costes de fabricación han aumentado considerablemente su adopción. Esta tecnología utiliza la fabricación aditiva, en la que los materiales se unen capa sobre capa para crear objetos (Hollister 2005). Al principio, los modelos impresos se utilizaban como guías de estudio anatómico, pero su aplicación se amplió para incluir prótesis orales y craneofaciales, guías quirúrgicas de corte específicas para cada paciente e implantes dentales personalizados (Dadhich et al. 2022).
Algunos de los retos a los que se enfrenta la reconstrucción con injertos autólogos son la disponibilidad limitada y la morbilidad del lecho donante. Esto es especialmente cierto en los grandes defectos craneomaxilofaciales y en la deficiencia grave de la cresta alveolar, donde se requiere un injerto extenso antes de la colocación del implante dental. Además, los aloinjertos y xenoinjertos presentan limitaciones en cuanto a su manejo clínico y a la ausencia de capacidad osteogénica (Ivanovski et al. 2023). No obstante, la tecnología de bioimpresión 3D, que fusiona la impresión 3D con conceptos de ingeniería tisular, puede abordar estas preocupaciones de forma eficaz.
El objetivo de la bioimpresión 3D es producir tejidos y órganos regenerativos mediante el posicionamiento preciso, capa por capa, de células vivas, biomateriales y moléculas bioactivas adaptadas a pacientes y lechos específicos. Este tratamiento personalizado tiene el potencial de imitar las complejas interacciones intercelulares e intracelulares en reconstrucciones de grandes defectos, ofreciendo soluciones prometedoras para la reparación selectiva de tejidos (Bartold & Ivanovski 2022; Obregón et al. 2015).
Más allá de la reconstrucción de defectos craneofaciales, se observa un creciente interés por aplicar la bioimpresión a la odontología regenerativa. Las innovaciones en bioimpresión 3D y tecnología de células madre han facilitado la reconstrucción de dentina, encía, ligamento periodontal, hueso alveolar e incluso construcciones de dientes enteros (Ostrovidov et al. 2023). Dada la alta prevalencia de las enfermedades periimplantarias (Derks & Tomasi 2015) y la imprevisibilidad de los tratamientos exitosos de la periimplantitis (Herrera et al. 2023), la regeneración tisular y/o dental basada en la bioimpresión puede presentar una alternativa prometedora para abordar a los pacientes con periodonto enfermo o edentulismo.
Este artículo ofrecerá una visión general de los conceptos de impresión 3D y bioimpresión en cirugía craneomaxilofacial e implantología. También se discutirán los conceptos actuales y su uso en estos campos, junto con las perspectivas de futuro.